El Servicio Madrileño de Salud podría ahorrar alrededor de 309 millones de euros anuales si licitase sus contratos públicos y gestionase sus compras de manera electrónica, lo que le supondría un ahorro de en torno al 10% en el gasto que dedica a bienes corrientes y conciertos económicos, según un informe elaborado por la multinacional VORTAL, especializada en plataformas electrónicas de compras públicas.

Así, de los tres servicios autonómicos de salud que cuentan con un mayor presupuesto, el de la Comunidad de Madrid sería el segundo que mayores ahorros podría obtener, por detrás del Servicio Catalán de Salud (465 millones) y por delante del andaluz (192 millones). Estas cantidades pueden variar en función del gasto que cada organismo dedica anualmente a los conciertos sanitarios y la compra de bienes corrientes.

Medida en Favor de la Sostenibilidad

El informe de VORTAL muestra cómo una gestión más eficiente de las compras permitiría reducir buena parte del gasto sanitario de la Comunidad de Madrid, complementando el resto de medidas puestas en marcha por el Gobierno regional para asegurar en un futuro la sostenibilidad del sistema, cuyas mayores cargas económicas a nivel nacional son los servicios hospitalarios (55,2%), de farmacia (19,1%) y de atención primaria (15,7%).

En este sentido, la implantación de la licitación electrónica beneficiaría directamente a 34 hospitales de la Comunidad de Madrid -algunos de ellos con ahorros de hasta 25 millones anuales-, así como a más de 250 centros de salud y 160 consultorios locales, con los que se ofrece cobertura sanitaria integral a una población de casi seis millones y medio de habitantes.

Además, la aplicación de esta modalidad de gestión de compras abriría una importante vía de ahorro para el futuro, ya que los cambios demográficos derivados del envejecimiento de la población y la consiguiente puesta en marcha de nuevos centros suponen un inevitable gasto añadido para el sistema sanitario; prueba de ello es el aumento del 23% en el presupuesto para compras del Servicio Madrileño de Salud durante el año 2009, que alcanzó los 2.947 millones de euros.

La mayor parte de estos fondos, el 56,7%, unos 1.670 millones de euros, se dedicaron a la compra de bienes corrientes -que abarcan desde medicamentos y apósitos hasta desfibriladores o servicios informáticos-, mientras que otros 1.277 millones de euros se destinaron a conciertos sanitarios.

Aunque el cálculo de ahorro sólo tiene en cuenta estos gastos hospitalarios del día a día, el estudio recalca que el uso de la licitación electrónica también favorecería el ahorro en otro tipo de inversiones, como pueden ser las obras de remodelación y adaptación de centros sanitarios.

Ahorro en Todas sus Compras

El informe de VORTAL muestra cómo el uso de plataformas electrónicas para la gestión de compras en la Sanidad madrileña propiciaría un aumento del número de proveedores y la competencia entre ellos, lo que a su vez se traduciría en una rebaja del precio final. Este ahorro es especialmente importante en el caso de los concursos públicos, mediante los que este órgano de la Sanidad madrileña tramita compras por más de 645 millones de euros anuales.

Precisamente el reciente informe ‘Bernat Soria’, elaborado por 35 expertos del ámbito sanitario, aboga abiertamente por promover la fórmula de los concursos hospitalarios para «fomentar la competitividad y conseguir sacar el máximo partido a los presupuestos hospitalarios».

Por su parte, el ‘Libro Verde’ de la Comisión Europea sobre la materia defiende que el mejor método para alcanzar estos objetivos pasa por implantar licitación electrónica, en lugar de los tradicionales métodos en papel. En este sentido, el documento comunitario subraya el éxito que este sistema de gestión de compras ha tenido en Portugal, donde los centros hospitalarios redujeron sus costes hasta un 18%.

Sin embargo, este potencial de ahorro no se limita únicamente a las entidades del sector público, puesto que también los centros sanitarios privados pueden beneficiarse del aumento de la competencia entre los proveedores para reducir sus gastos, así como del uso de aplicaciones informáticas compartidas ‘en la nube’ -el denominado cloud computing.